El IVA es un tributo en principio neutral para las empresas y que recae sobre el consumidor final. Sin embargo, también es con diferencia el impuesto que más burocracia y quebraderos de cabeza genera en las compañías que, de alguna forma, actúan como recaudadores de Hacienda. A partir de 2017, la gestión del IVA cambiará radicalmente para las grandes empresas. Así lo anunció ayer el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez.
Las compañías que facturan por encima de los seis millones de euros tendrán la obligación de remitir el detalle de las facturas y tiques que emiten y reciben en un plazo de cuatro días hábiles. De alguna forma, la Agencia Tributaria recibirá información prácticamente en tiempo real.
“Permitirá agilizar las devoluciones, proporcionar al contribuyentes los datos fiscales para su declaración y practicar las actuaciones de comprobación de manera más ágil y efectiva”, señaló en un comunicado la Agencia Tributaria. La entrada en vigor se ha fijado en 2017 porque las empresas necesitarán un plazo para actualizar sus sistemas informáticos y desarrollar nuevas aplicaciones que les permitan cumplir con la nueva obligación.
Fuentes de la Agencia Tributaria aseguraron que no han estimado el coste inicial que supondrá para las empresas adaptar los software para remitir tal volumen de información, sin embargo, aseguran que, a medio plazo, la medida generará ahorros en las empresas. Argumentan que, con el nuevo sistema, las compañías gozarán de diez días más para entregar las liquidaciones. La fecha límite será el 30 de cada mes frente al 20 actual. Además, las empresas no deberán presentar los modelos 340 de los libros registro, el 347 de las operaciones con terceros y el 390 de resumen anual.
Tendrán la obligación de aplicar el nuevo modelo –bautizado como SII (suministro inmediato de información)– las grandes empresas, las compañías inscritas en la devolución mensual del IVA y los grupos societarios a efectos de IVA. En total, serán 62.000 contribuyentes que, sin embargo, suman el 80% de la facturación total.
En la información remitida también se deberán incluir los tiques, que son facturas simplificadas que no incorpora el NIF del destinatario. Es decir, la compra de un contribuyente final en un hipermercado o gran almacén deberá ser automáticamente incorporada en un fichero de la compañía para trasladarlo a la Agencia Tributaria. Supone una importante novedad. Actualmente, la información de tiques también aparece en el modelo 340, pero simplemente como un dato agregado.
Hacienda asegura que ha consultado con empresas informáticas y que no resulta complicado desarrollar un proceso telemático que permita remitir tal volumen de información. Además, insiste en que el modelo solo será obligatorio para las grandes empresas. Las pymes y autónomos podrán acogerse si así lo desean y la Agencia Tributaria asegura que ofrecerá las mayores facilidades.
Otra consecuencia del novedoso sistema es que los libros registro –el documento que engloba todas las facturas que una empresa emite y recibe– se gestionará a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria, ya que se generará automáticamente con el envío de la información.
El SII permitirá a la Agencia Tributaria realizar un control más preciso de todas las operaciones y reducirá los costes de gestión. Hacienda sostiene que el nuevo sistema mejorará la recaudación.
Un nuevo modelo que aspira a generalizarse
Un nuevo modelo que aspira a generalizarse
La obligación de
remitir información sobre la facturación en tiempo prácticamente real se limita
a las grandes empresas. Sin embargo, la Agencia Tributaria no oculta que su
deseo es que el nuevo sistema atraiga también a las pymes y profesionales. Por
ello, el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, señaló que
Hacienda ofrecerá facilidades a las pequeñas empresas para que tengan
posibilidades de sumarse al modelo de suministro inmediato de información
(SII).
Si bien es cierto que
la capacidad para actualizar los desarrollos informáticos es menor para las
pymes que para las grandes empresas, la Agencia Tributaria entiende que el
modelo ofrece ventajas que llevarán a muchas a realizar el esfuerzo. Ello es
así porque acogerse al sistema supone tener diez días más para entregar la
autoliquidación del IVA que actualmente se remite el día 20. Por otra parte,
con la información recibida, la Agencia Tributaria elaborará un borrador de
declaración del IVA, una práctica que lleva años realizándose en el IRPF.
Por otra parte, la experiencia indica
que las nuevas obligaciones para las grandes empresas podría acabar por
extenderse al resto. Así fue, por ejemplo, con la imposición de
cumplimentar las declaraciones fiscales por vía telemática, una condición que
primero se fijó para las grandes empresas y que, a partir de este año, rige
para todas las compañías.